Cabo Verde vivió un día histórico. La selección del pequeño archipiélago del Atlántico, situado frente a las costas de Senegal, se clasificó por primera vez a una Copa del Mundo tras vencer por 3-0 a Esuatini en Praia.
Con este triunfo, los dirigidos por Bubista aseguraron el primer lugar del Grupo D de las eliminatorias africanas rumbo al Mundial 2026, superando al favorito Camerún, que deberá disputar el repechaje tras empatar 0-0 ante Angola.
La clasificación provocó una celebración sin precedentes en el país. Las calles se tiñeron de azul y el gobierno decretó feriado nacional para festejar el logro deportivo más importante de su historia.
Bajo el lema “10 islas, una nación, un sueño”, el pueblo caboverdiano vivió una jornada de unidad y orgullo que trascendió lo futbolístico, confirmando que incluso las naciones pequeñas pueden alcanzar las cumbres más altas del deporte.
Con apenas medio millón de habitantes y una liga modesta, Cabo Verde desafió todos los pronósticos y se inscribió entre los grandes del continente. Su clasificación al Mundial de 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, simboliza la fuerza de la ilusión y la perseverancia de un equipo que convirtió el sueño en bandera.