Rosario Central deberá jugar sin la presencia de su público en su próximo partido de la Copa Libertadores frente a Atlético Mineiro, mientras que tendrá que pagar una multa de 50.000 dólares, tras ser sancionado por los incidentes causados por sus hinchas en el encuentro ante Peñarol.
La pena fue dada a conocer por la Conmebol luego de que durante el partido en el cual el equipo rosarino se impuso por 1 a 0, un objeto lanzado desde una de las tribunas impactó en el rostro de Maximiliano Olivera, defensor del conjunto uruguayo, mientras este saludaba a sus seguidores.
Ante este escenario, la Comisión Disciplinaria, conformada por el presidente Eduardo Grosso Brown, el vicepresidente Amarilis Belisario y el miembro Cristóbal Valdés, tomó la decisión de penar al club de Rosario con las citadas sanciones.
Además, se le ordenó a la entidad rosarina “el cierre parcial de la Tribuna Sur (Cabecera Sur) del estadio Gigante de Arroyito, de la ciudad de Rosario, Argentina para su partido en condición de local de la fecha 5 de la Fase de Grupos por la Libertadores 2024″.