En medio del escándalo por los encuentros de Alberto Fernández con diferentes mujeres, el expresidente promovió una acción judicial para que se les prohíba a los medios de comunicación y a las empresas Google, Facebook, X y Yahoo difundir sus fotos y videos íntimos, tanto los que ya se conocieron como los que podrían aparecer (e incluso imágenes que se le adjudican y que él sostiene que son “falsas”). El fundamento es que se está afectando su honor y su imagen, y que se daña a sus hijos.
El ex mandatario se presentó en el fuero civil y comercial federal, “por derecho propio” y en representación de su hijo menor, Francisco, y pidió que se dicte una medida cautelar para responder a una situación de “urgencia extrema”, según informó el diario La Nación.
La medida cautelar que pretende Fernández es una orden que “impida la publicación, difusión y reproducción de los supuestos videos mencionados y de cualquier otro material” relacionado con él que “afecte la vida íntima” suya, de sus hijos y de su familia. El expresidente pide “una orden de cese de difusión que impida a los medios y a las figuras públicas” la “difusión de los videos publicados y de los futuros que pudieren aparecer”, así como de “cualquier contenido” relacionado con él o su familia”.
Además, solicita “la eliminación de todas las publicaciones en redes sociales y otros medios que contengan estos videos o referencias a los mismos” y que se dispongan las “medidas necesarias” para “evitar la propagación de material personal no autorizado”.
El expresidente insistió en que están en juego “derechos personalísimos” de sus hijos y dijo que si bien “la libertad de expresión es una garantía”, la Corte Suprema tiene dicho que “todas las personas tienen derecho a la intimidad, inclusive las personas célebres” y que “la libertad de prensa no es un derecho absoluto”.