1. Establece una rutina de ejercicios: Comenzá gradualmente y aumentá la intensidad con el tiempo. Combiná ejercicios cardiovasculares y de fuerza para obtener mejores resultados.
2. Hidrátate constantemente: Tomá al menos 2 litros de agua al día. Una buena hidratación mejorará tu piel, tu metabolismo y tu energía general.
3. Aliméntate de forma balanceada: Incorporá más frutas y verduras a tu dieta. Reducí el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados.
4. Cuida tu piel: Exfoliá y humectá tu piel regularmente. No olvides usar protector solar diariamente, incluso en días nublados.
5. Prioriza el descanso: Dormí entre 7 y 8 horas diarias. Un buen descanso resulta fundamental para la recuperación muscular y el bienestar general.