El Gobierno espera que la reducción del impuesto PAIS que se dará desde el próximo lunes impacte en las góndolas y para eso busca tener de aliados a los supermercadistas, a quienes les pidió que reclamen a sus proveedores de la cadena industrial de consumo masivo, precios más bajos por la reducción en el costo de su producción.
La idea surgió en conversaciones de funcionarios del Gobierno nacional con empresarios supermercadistas entre lunes y martes. Ayer el ministro de Economía Luis Caputo anticipó que el recorte de la alícuota de impuesto PAIS de 17,5% a 7,5% para el acceso a divisas para el pago de importaciones y fletes se hará operativa desde el lunes, el primer día hábil de septiembre.
El equipo económico mantuvo encuentros con supermercados, pero también río arriba en la cadena fabril con las empresas productoras de consumo masivo.
En los supermercados argumentan que ese traslado dependerá enteramente de los fabricantes y que para las cadenas de grandes superficies comerciales el impacto en precios solo se dará en el puñado de alimentos importados que venden de manera directa en góndola luego de importarlos (banana, palta, atún, café, enlatados) y otros como electrónicos o bazar, explicó una fuente del sector.