Por: Ingeniero Claudio Velazco
Hoy se cumplen 11 años de la trágica inundación del 2 de abril del 2013 y, una vez más, el fenómeno de “El Niño” fue el encargado de mostrarnos que, con la caída de alrededor de 50 mm de precipitación en 30 minutos, las obras hidráulicas construidas en la Plata no respondieron y nos seguirán inundando.
En el transcurso de estos años, no olvidé la repulsiva saga de propagandas de funcionarios que pretendieron convencer a los platenses, por un lado, que a partir de
las virtudes del plan de obras hidráulicas que se ejecutara, la Ciudad se encontraba
más segura desde un punto de vista inundaciones y, por otro, pretender instalar un
mentiroso concepto conformista y desesperanzador, que La Plata es una “ciudad
inundable”, cuando no lo es y, de ese modo cubrirse cuando, frente a una tormenta,
las obras, o la falta de ellas, nos sigan inundando.
Como anécdotas políticas puntuales traigo a la memoria dos hechos, por un lado declaraciones del anterior “mandamás” de la Ciudad, Julio Garro, expresando que “la Ciudad se encontraba a la vanguardia del Cambio Climático”, como también de una campaña indignante que realizara, entregando bajo puerta un folletito que decía “La Plata: Ciudad Protegida”, ¿Ciudad Protegida?: no, un simple engaño a la gente.
Queda claro que dicho intendente no fue el responsable de esa inundación, pero tampoco fue el ejecutor de ninguna de ellas, ya que el Municipio nunca puso un peso (sólo las usaba políticamente), pero sí durante su gestión lo hice responsable de pretender instalar un mensaje de tranquilidad a la población a partir de las obras ejecutadas, lo que no es correcto, ya que la gente naturalmente podría confiar en sus palabras, y dejar así de estar atentas frente a tormentas extremas, significando sus
exposiciones a nuevas tragedias.
Pasaron 11 años, 89 víctimas fatales constatadas judicialmente y una realidad hidráulica que no cambió. Sólo bastaron treinta minutos de lluvia para que los platenses sean, una vez más, testigos sufrientes de verdaderos ríos urbanos
escurriendo frente a sus domicilios, para que los arroyos desborden y para ser
partícipes de inundaciones en sus hogares. La marca psicológica de aquel 2 de abril,
reflotó instantáneamente en la población, el pánico y la resignación se volvieron a
adueñar ante esta última lluvia, una lluvia insignificante si se la comparase con la de
esa fecha trágica.
Creo que, a partir de cada una de las inundaciones posteriores a aquel 2 de abril, la
sociedad platense fue tomando conciencia de la verdadera situación en que nos encontramos, que los sistemas de desagües son insuficientes y que se seguirán
inundando.
CRONOLOGÍA DE ALERTAS NO ESCUCHADAS
El 27 de enero del 2002 llovieron 122 milímetros, de los cuales 100,4 mm llovieron en 80 minutos, lo que equivalió a una intensidad de 75,3 mm/h y provocó una
generalizada inundación en la ciudad.
En esos momentos Julio Alak gobernaba la Ciudad y, como consecuencia de dicho suceso se ejecutó la obra del Conducto Derivador de la Avenida 19, desde Plaza Malvinas al cantero central de la Avenida 32, donde se conformó un pequeño reservorio atenuador de escurrimientos. También, en el brazo más corto del Arroyo Maldonado se construyó un tamo del denominado Conducto Derivador del Barrio Monasterio.
A partir de esa inundación me involucré ante la sociedad, y empecé a advertir sobre la
necesidad de grandes obras hidráulicas para la ciudad.
El 28 de febrero del 2008 se produjo otra inundación, de mayor magnitud respecto a
la del 2002, y consecuentes graves afectaciones. En esa oportunidad las precipitaciones acumuladas alcanzaron los 242 milímetros, y las Cuencas más afectadas fueron las de los Arroyos Carnaval, Martín y Rodríguez, e involucraron a las localidades de Villa Elisa, City Bell y Gonnet. La distribución de dicha lluvia tuvo durante 1 hora, una intensidad de precipitación fue de 108 mm/h.
A partir de este hecho, el gobierno provincial sólo llevó adelante un plan de limpieza y mantenimiento de los diferentes cursos de agua que desembocan en todo el sector ribereño del Río La Plata y, desde el análisis teórico, llevó adelante aperturas licitatorias para consultoras, para que analicen y presenten proyectos estructurales de saneamiento para las Cuencas de La Plata y la Región, los cuales concluyeron entre el 2010 y el 2011.
Pero con dos importantes inundaciones a cuestas en menos de 10 años, nada, nada de ejecución de las obras estructurales que se necesitaban, y así se llegó a ….
El 2 de abril del 2013, con una precipitación total acumulada de 392 mm y con
alrededor de 300 mm caídos en tan sólo 3 horas, es decir con una intensidad de
alrededor de 100 mm/h que se mantuve durante 180 minutos.
Demás está decir lo trágica que fue la misma, con 89 muertes constatadas judicialmente, trastornos psicológicos de miles de vecinos como consecuencia de lo sufrido, y pérdidas materiales que en algunos casos fueron totales, desde vehículos a viviendas y mobiliarios.
LA OPORTUNIDAD PERDIDA
A toda la dirigencia política, como a los Funcionarios de turno, no les alcanzó las
diferentes señales de la naturaleza, las inundaciones cada más mayores, grandes
tormentas que pasaron a ser habituales, los reclamos de vecinos, los Proyectos que
ellos mismos generaron a partir de licitaciones, y ni siquiera la trágica inundación de ese 2 de abril les sirvió para recapacitar, para tomar real conciencia colectiva del
Cambio Climático, y obrar en consecuencia.
Decían que era imposible, e ilógico, plantear proyectos y obras para este tipo de tormentas, que debíamos resignarnos a la naturaleza y que las alternativas viables se debían apoyar en “planes de contingencia”.
Remando contra la corriente de lo que expresaban, no sólo los políticos, sino colegas atornillados a sillones de sus despachos del Ministerio de infraestructura, a los 4 meses de la trágica inundación, pude demostrar técnicamente que sí era posible, y no disparatado, plantear un Plan Integral de Obras Hidráulicas preparado para enfrentar, o al menos estar mejor preparados ante el Cambio Climático.
Y lo demostré a partir de una presentación formal de mi propuesta integral, generando expediente desde la vía administrativa del propio Ministerio de Infraestructura Provincial. Un Plan fundamentado desde lo técnico pero sin dejar la realidad climática imperante, con cuantificaciones detalladas de las diferentes Obras, tanto en sus dimensiones, cómputos y presupuestos, parciales como totales.
Obviamente, optaron por el camino más fácil y más barato, pero como dice un viejo y conocido refrán “lo barato sale caro”, y eso quedó expuesto ante diferentes tormentas menores, e inundaciones que se suscitaron a posteriori del avance de ejecución de obras desde el 2014.
Quedó expuesto ante los vecinos, a partir de las pérdidas por nuevas inundaciones que tuvieron que enfrentar, ante los temores frente a alertas meteorológicas y las angustias que les genera la incertidumbre de lo por venir.
LO QUE SE INVIRTIÓ
Desde mediados del 2014, cuando empezaron los Obras, hasta hoy, la inversión, dolarizada, según mis cálculos y estimaciones, fue alrededor de 500 millones de dólares.
LA INVERSIÓN REQUERIBLE PARA UN PLAN ACORDE CON EL CAMBIO CLIMÁTICO
Como ya expresara, yo presenté un “Plan Integral de Obras Hidráulicas” para la Plata
y la Región. El criterio que adopté fue considerar, como criterio de diseño, la misma
tormenta del 2 de abril. Con ese criterio analicé cada una de las Cuencas de la
Región, y propuse en cada una de ellas diferentes obras.
Para los que deseen entender la magnitud de lo presentado, por vía separada les
puedo enviar copia de dicha propuesta integral. Obviamente que en ella los costos
están totalmente desactualizados, ya que los mismos fueron contemplados con
precios a agosto del 2013, fecha en que presentara la propuesta. Empero, ese
paquete de Obras a posteriori las llevé a valor dólar, y es por eso que puedo transmitir
la certeza de inversiones requeribles del orden de los 1.250 (un mil doscientos
cincuenta) millones de dólares.
Este Plan Integral de Obras, si bien plantea una gran inversión, el mismo está pensado para ejecutarlo en etapas razonables que involucren a más de una gestión de gobierno provincial.
UN PLAN INCOMPLETO
Más allá de haber dejado bien en claro que el plan de obras ejecutado lejos se encuentra de estar preparado para tormentas actuales, según mis análisis y criterios contemplados, si se desease darles una readecuación para que al menos presente un grado de eficiencia más integral, requerirá de un mínimo de obras complementarias que deberán llevarse adelante, como ser:
- La construcción de nuevos conductos rectangulares aliviadores para el casco urbano, con escurrimientos directos hacia el Arroyo El Gato.
- Adicional red de drenajes terciarias, que se vinculen tanto, con estos nuevos ramales a construir, como con los existentes, según correspondan.
- Construcción del Nuevo Canal de la Av 155, que propusiera con el objetivo de captar las aguas de la cuenca superior del Arroyo El Gato, antes que éstas lleguen a los sectores muy urbanizado de Los Hornos y San Carlos.
- Construcción de la propuesta de Nuevo Canal del Maldonado, para solucionar las graves situaciones que se siguen dando en Altos de San Lorenzo, Villa Elvira y la zona de La Franja de Berisso.
- En Cuencas de City Bell y Villa Elisa, plantear Obras estructurales que permitan un mejor escurrimiento, aclarando que en este sector las obras ejecutadas fueron de secciones muy insuficientes y, además, se requieren ampliaciones de secciones de Puentes sobre el Camino Centenario, como ser en correspondencia con los Arroyos Carnaval, Martín y Rodríguez.
- La inversión necesaria para este mínimo de obras requeribles es de 200 millones de dólares, a los que deberán adicionarse los costos de los Puentes aún no ampliados sobre el Arroyo El Gato (referidos previamente).
REFLEXIONES FINALES
La ciudad de La Plata se perdió la gran oportunidad de realmente estar a la
vanguardia de obras hidráulicas preparadas para enfrentar un Cambio Climático cada
vez más severo.
Habiendo pasado ya 11 años de la tragedia, resulta increíble que aún no se tenga, a
nivel municipal, un real “Protocolo de Emergencias”. En este sentido, creo que
corresponde aclarar que, no se puede considerar un “Protocolo”, un escrito en PDF y/o un plano interactivo como el que se encuentra en la página oficial municipal.
Para que no queden dudas, si lloviese lo mismo que el 27 de enero del 2002 La
Plata se volvería a inundar, lo mismo pasará si se repite la del 28 de febrero del 2008
y, como se imaginarán, si nos encontrásemos frente a un evento similar a la del 2 de
abril de 2013, el escenario de ríos callejeros mortales, autos y cuerpos a la deriva,
volvería a ser el mismo.
Dios proteja a los platenses….